Venezuela espera que Estados Unidos le entregue al ex guardaespaldas del fallecido ex presidente Hugo Chávez, que se declaró culpable de haber recibido más de 1.000 millones de dólares en sobornos, dijo este jueves el fiscal general, Tarek William Saab.
Se trata de Alejandro Andrade, quien llegó a convertirse en tesorero nacional y titular del Banco Nacional de Desarrollo de Venezuela (Bandes) durante el gobierno de Chávez (1999-2013).
“Esperamos que los Estados Unidos de América le entreguen al Estado venezolano y al Ministerio Público a este delincuente internacional”, declaró a la prensa Saab, de linea chavista.
Rompiendo el silencio de las filas oficialistas en torno el caso, el fiscal dijo que pidió a Interpol la captura de Andrade, a quien investigaciones periodísticas describen como un hombre excéntrico, aficionado a los caballos de exhibición y el lujo extremo.
“Se pidió una orden de aprehensión, alerta roja de Interpol, porque este ciudadano vive en Estados Unidos dándose la ‘dolce vita’ (dulce vida) de una manera brutal, grotesca, repugnante”, sostuvo.
Saab indicó que Andrade es investigado en Venezuela por la “venta irregular de bonos de la Nación y el desvío de fondos de Banfoandes a la banca privada”, lo que tipifica “peculado doloso propio, legitimación de capitales y concierto de funcionario con contratista”.
Debido a ello, también se ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias del ex funcionario y la confiscación de sus bienes en Venezuela.
Andrade, de 54 años y tesorero entre 2007 y 2010, se declaró culpable ante una corte federal de Florida de conspiración para el lavado de dinero en el marco de un esquema corrupto, reveló el Departamento de Justicia estadounidense el pasado martes.
Su sentencia está programada para el próximo martes.
Según las autoridades norteamericanas, Andrade recibió millones de dólares en sobornos por parte de personas que buscaban asegurarse el derecho de realizar transacciones de cambio de moneda extranjera a tasas favorables.
Uno de los implicados es el millonario venezolano Raúl Gorrín, dueño del canal privado Globovisión.
Los ilícitos con divisas extranjeras en Venezuela se derivan de un control cambiario instaurado por Chávez en 2003 para evitar la fuga de capitales.
El Estado se reservó así el monopolio de las divisas, que vendía al sector privado a tasas muy bajas frente a la cotización del mercado negro, hasta 30 veces superior.
En otro de los muchos casos de corrupción que generó ese diferencial, el fiscal reveló este jueves un desfalco de 14 millones de dólares en una importación de fertilizantes que “nunca llegaron” y maquinaria agrícola en mal estado.
Medio centenar de personas están procesadas por delitos similares.