Estimaciones indican que durante la última década en la isla de Chiloé se consumen al día el equivalente a “tres canchas de fútbol” de leña de bosque nativo, de talas ilegales, para uso en la calefacción domiciliaria, por lo que es fácil ver desde el aire grandes paños desforestados.
“Crítico muy crítico y todo asociado a la ilegalidad”, señaló a El Mercurio, Jan Bannister, investigador del Instituto Forestal (Infor), quién señala que desde el aire es posible ver grandes manchas en el bosque, “como si fuera efecto de una bomba, tremendos paños de miles de hectáreas que están siendo desforestados”, refiriéndose a la tala de especies nativas para leña.
Según datos de la Universidad de Los Lagos, en 2014 la demanda de leña de los isleños era de cerca de 846 m3 anuales, para una población que no deja de crecer.
Entre 1998 y 2013 se perdieron 10.268 hectáreas de bosque nativo en Chiloé, unas 684 hectáreas anuales, señaló a el matutino el geógrafo Álvaro Montaña, de la ONG Geute. “Esto equivaldría a unas tres cachas de fútbol al día”, estimó.
Al cruzar los datos, las estimaciones fijan a menos en 10 mil las hectáreas perdidas en la última década.
“Sólo al sur de Chonchi y al norte de Quellón deben ser una 20 mil hectáreas bajo proceso de degradación”, advirtió Bannister.
Siendo los tepuales los más perjudicados, ya que representan el 61% del total del bosque nativo chilote. Estudios del 2017 señalan que se consumen unos 557 m3 de tepual al año, es decir se talan unas 1.374 hectáreas al año.
La perdida de bosque va asociada a la pérdida de agua en la isla, ya que estos son fundamentales para la conservación del agua.
“Puede parecer descabellado porque llueven entre 2 mil y 2.500 milímetros al año. Sin embargo, cambios drásticos de estos ecosistemas, sumado al cambio climático, obligan en verano abastecer comunidades rurales con camiones aljibe”, explicó Pablo Parra, presidente de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo.
Aton Chile