
Este jueves falleció a los 95 años Claudio di Girolamo, reconocido director, dramaturgo, pintor y muralista chileno de origen italiano. Su muerte se produjo durante la madrugada, acompañado por su familia, según confirmó el medio 24 Horas.
El artista llegó a Chile en 1948, con solo 18 años, escapando de los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Con el tiempo, se transformó en uno de los nombres más influyentes en la escena artística y cultural chilena. Su legado abarca no solo las artes visuales, sino también la televisión, el teatro y la gestión cultural.
Un referente que cruzó disciplinas
A lo largo de su vida, Di Girolamo dejó huella en múltiples ámbitos. Fue uno de los fundadores del icónico Teatro Ictus y del Taller Teatro Dos, además de desempeñarse como director y conductor de programas culturales en Televisión Nacional de Chile, entre ellos “Ojo con el Arte”, “La Manivela” y “Bellavista 0990”.
También destacó como director ejecutivo de Canal 13 y como el primer jefe de la División de Cultura del Ministerio de Educación. Su visión integradora del arte lo posicionó como un verdadero pionero en el ámbito cultural chileno.
Reconocimientos y legado familiar
Entre sus distinciones, recibió en 2001 la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral, y en 2016 la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda, ambas entregadas por el Estado de Chile.
Su última aparición pública fue a inicios de mayo, en la renovación del mural “La Buena Noticia de nuestro Hermano y Señor Jesús”, ubicada en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica. El trabajo fue restaurado por su hijo, Roberto di Girolamo.
Además de su vasta carrera artística, Claudio di Girolamo fue padre de la destacada actriz nacional Claudia di Girolamo, uno de los rostros más reconocidos del cine y la televisión chilena.
Su partida marca el fin de una era, pero también el inicio de una reflexión profunda sobre el valor del arte y la cultura en la identidad de un país.