El fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, aseguró que la opción del Cardenal y Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, de guardar silencio en su declaración en calidad de imputado por casos de encubrimiento en la Iglesia es un signo común en las causas que involucra a la Iglesia Católica chilena.
En conversación con Radio Cooperativa, el persecutor sostuvo que ningún antecedente de estos casos ha sido presentado por iniciativa propia por la Iglesia nacional.
“La conducta de guardar silencio de este imputado (cardenal Ezzati) es común a la conducta que ha tenido la Iglesia Católica en todos los otros casos”, dijo el fiscal sobre la declaración de Ezzati -o la no declaración- del pasado miércoles.
“Debemos recordar acá que nosotros hemos obtenido toda la evidencia a consecuencia de haber solicitado autorizaciones judiciales, acá en ningún caso ha habido una colaboración espontánea, una colaboración de la Iglesia Católica de poner voluntariamente los antecedentes a disposición del Ministerio Público para investigar lo más pronto posible estos hechos, todo ha sido a consecuencia de órdenes judiciales”, añadió.
El fiscal Arias comentó la situación del ex obispo de La Serena, Francisco José Cox, acusado de abuso sexual a menores en Chile y Alemania, confirmando que sí está imputado en la indagatoria.
“Mi investigación no solo se compone de todo lo que se ha incautado, sino también algo que ha sido muy sano y que nos ha sorprendido bastante es mucha denuncia espontánea y mucha gente que concurre a la Fiscalía a dar su relato que a mi me sirve también como contexto y es ahí donde aparecen antecedentes relativos al señor Cox, de manera que sí es imputado en la investigación”, manifestó.
“No soy el único fiscal que investiga estos casos, la investigación es la más grande y amplia, pero hay otra con respecto a él que es llevada en la Región de Coquimbo y precisamente vamos a coordinar la entrega de los antecedentes para allá o el envío de los antecedentes para acá de la mejor manera de potenciar la investigación”, añadió el persecutor.
Consultado por una eventual extradición de Cox, considerando que vive en Alemania desde 2002 en la ciudad de Vallendar, donde se encuentra la casa central de la Congregación de Schoenstatt, Arias no lo descartó a priori, pero antes se deben analizar todos los antecedentes.
“Falta la segunda etapa que es la etapa de análisis que es gigante, estamos trabajando a full con el equipo, con mucha urgencia y hay muchas diligencias posibles, pero esa posibilidad la voy a saber si la hago o no luego de analizar todo y la verdad es mucho”, sostuvo.
Además, el fiscal Arias lamentó la decisión de la Corte de Apelaciones de acoger una orden de no innovar solicitada por el obispado de Valparaíso para recuperar un computador incautado, que en la práctica significó la paralización parcial de las investigaciones por abuso en la Iglesia llevadas por el Ministerio Público.
Si bien cree que el interponer este recurso es una estrategia de la defensa del Obispado de Valparaíso que está contemplada en la ley, el fiscal consideró que la determinación de la Corte rancagüina es desproporcionada.
“Lo que me llama la atención es la consecuencia de ese recurso de protección, que busca la devolución de un computador y se pide a consecuencia de la devolución de un computador una orden de no innovar que afecta a toda la causa, no tiene ninguna proporción y a eso accedió una sala de la Corte de Apelaciones de Rancagua”, afirmó el persecutor.
“Tenemos la causa de Oscar Muñoz (ex canciller del arzobispado de Santiago) judicializada, con plazos de investigación corriendo, una causa que queremos acusar pronto, donde en el día en que los antecedentes iban a venir del tribunal de Garantía de Rancagua a Macul, tribunal que nosotros creemos que es competente, se paraliza, porque en Valparaíso están pidiendo que se devuelva un computador. En eso no hay proporción”, concluyó.