El incendio que destruyó numerosas viviendas en el Campamento Dignidad de La Florida no solo trajo consigo la desesperación de los afectados, sino también un enfrentamiento público entre el alcalde Rodolfo Carter y el delegado presidencial Gonzalo Durán. Al llegar al lugar, Carter se enfrentó a reclamos de vecinos que expresaron su frustración por las advertencias previas sobre el riesgo de incendio y el estancamiento de soluciones de desalojo y reubicación.
Carter señaló que la situación en el campamento está marcada por condiciones de extrema vulnerabilidad y problemas de narcotráfico, indicando que “tres dirigentes fueron detenidos por la fiscalía en relación con el narcotráfico”. Según el alcalde, las condiciones en el campamento son insostenibles y acusa a las autoridades nacionales de no colaborar con los desalojos necesarios. “El 4 de julio me pediste que no desalojara, y por respeto a ti y al Presidente dije ‘ok, suspendamos’”, reprochó Carter a Durán, enfatizando que el Gobierno solicitó detener el desalojo con la promesa de alternativas habitacionales que aún no se concretan.
Durán respondió que la situación es más compleja y que han trabajado en una mesa tripartita para abordar la problemática. Afirmó que “desde que yo asumí acordamos hacer una mesa, hacer un catastro que se terminó hace un mes”, y agregó que la intervención en el campamento debe realizarse de manera estratégica para minimizar el impacto en las personas afectadas.
La conversación se tensó aún más cuando Carter cuestionó la efectividad de la mesa de trabajo: “La famosa mesa tripartita nunca ha existido”, afirmó, agregando que para él resulta “muy fácil venir entre los aplausos”. En ese momento, Durán lo interrumpió de manera firme: “No me digas eso, porque no corresponde”, defendiendo su labor en terreno.
La situación dejó en evidencia la falta de consenso entre las autoridades locales y nacionales para manejar la crisis del campamento, mientras los residentes afectados siguen demandando ayuda inmediata y soluciones de reubicación.