
Un amplio grupo de autoridades municipales, parlamentarias y dirigentes sindicales del sur de Chile manifestó este lunes su rechazo unánime al proyecto del Gobierno que busca modificar la Ley de Fomento a la Marina Mercante y la Ley de Navegación, y que permitiría la participación de navieras extranjeras en el transporte de carga entre puertos nacionales.
Rechazo transversal por impacto en el empleo y la soberanía
La propuesta legal ha generado alarma, especialmente en la macro zona sur, al sur del paralelo 41, donde se concentra el 80% del cabotaje nacional. Según advirtieron los dirigentes, la apertura del cabotaje podría significar la pérdida de 7 mil empleos directos en la zona.
El alcalde de Puerto Montt, Rodrigo Wainraihgt, junto a los diputados Mauro González, Alejandro Bernales y Héctor Ulloa, y el alcalde de Calbuco, Marcos Silva, respaldaron a los trabajadores de la Marina Mercante, sumándose al llamado para frenar el avance del proyecto.
“Queremos defender a nuestra Marina Mercante, que genera miles de empleos y garantiza la conectividad con cerca de 5.000 islas en el sur de Chile”, sostuvo Wainraihgt. Destacó, además, el respaldo transversal al rechazo, incluyendo al gobernador regional de Los Lagos, Patricio Vallespín.
El edil de Calbuco, Marcos Silva, recalcó que “el mar chileno es para los trabajadores chilenos”, y valoró la unidad territorial y política frente a una amenaza común.
Preocupación de mujeres trabajadoras del sector
María Gaete, presidenta del Sindicato Interempresas de Mujeres Mercantes y del Sindicato Latinoamericano de Mujeres Mercantes, advirtió que las mujeres serían las primeras en quedar sin empleo si el proyecto se aprueba. “Las navieras extranjeras pagan hasta cinco veces menos que en Chile. Para nosotras, jefas de hogar, este proyecto es un balde de hielo”, afirmó.
Llamado a introducir indicaciones y limitar impacto
Desde los sindicatos, como Fesitrasur, piden introducir indicaciones en el Senado, como establecer una dotación mínima nacional y limitar la eslora de los buques a 150 metros, como forma de proteger los empleos y restringir el ingreso de grandes embarcaciones extranjeras.
El diputado Mauro González enfatizó que se trata de un tema de empleo y seguridad nacional, y lamentó que la Cámara de Diputados haya desechado una indicación que protegía el tramo al sur del paralelo 41. Aún así, insistió en que el Senado ofrece la última oportunidad para modificar el texto.
En la misma línea, el diputado Héctor Ulloa, oriundo del Barrio Puerto e hijo de Marino Mercante, calificó el proyecto como “nefasto” y advirtió que abre la puerta a mano de obra extranjera en desmedro del empleo nacional.
Por su parte, el diputado Alejandro Bernales llamó a revertir la votación en el Senado y remarcó que la realidad del sur austral es completamente distinta a la del norte del país. “No tuvimos mayoría en la Cámara, pero ahora tenemos que conseguir los votos para frenar este proyecto en el Senado”, señaló.