La presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, respondió este miércoles luego de que el diputado Jaime Naranjo (ex PS) la acusara de ordenar su expulsión de la bancada parlamentaria, apuntando a la pugna por la senatorial en la Región del Maule como trasfondo de la decisión.
El parlamentario, quien renunció al PS en noviembre pasado tras 33 años de militancia, aseguró que la presidenta del partido impulsó su salida por considerarlo un posible competidor en las elecciones senatoriales del próximo año. “Esto es una muestra más del camino equivocado que personas como la presidenta del Partido Socialista hacen de la política, la persecución y el hostigamiento a quien puede ser un competidor electoral demuestra la calidad humana de esa persona”, afirmó Naranjo.
“Tónica de maltrato permanente”
Consultada por la prensa, Vodanovic no confirmó si fue ella quien ordenó la salida del diputado, limitándose a sostener que “cada bancada toma sus decisiones” y arremetiendo contra Naranjo: “Es la tónica que ha tenido el diputado, de maltrato permanente a mi persona, de acusaciones incluso injuriosas en la región donde me ha tratado de sicaria. Sigue en la tónica de una persona que yo creo que ya está en edad de jubilación”.
La senadora también explicó que “yo estuve en un almuerzo en la bancada, el diputado no estaba, y por lo tanto, lo que ocurrió ahí lo puede señalar el presidente de la bancada. No corresponde que yo me refiera a eso”.
Casi en paralelo, la bancada de diputadas y diputados socialistas emitió una declaración pública asegurando que “el diputado Jaime Naranjo renunció al Partido Socialista para desde su independencia buscar su futuro parlamentario”, y que inicialmente se aceptó que continuara como parte del grupo. Sin embargo, indicaron que “en la región del Maule, donde conviven la senadora Paulina Vodanovic y Jaime Naranjo, se generaron situaciones políticamente conflictivas para el PS, lo que repercutió en el trabajo de la bancada y en la relación con el partido”.
El texto concluye afirmando que estos conflictos llevaron a una “separación de aguas” con el diputado, especialmente tras los roces en la comisión de Hacienda, donde Naranjo fue reemplazado por otro legislador socialista.
