Christian Iglesias/Aton Chile
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El senador Guido Girardi, presidente de la Comisión de Salud del Senado y autor de la Ley de Etiquetado de Alimentos, se reunió este viernes con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín para plantearle la necesidad de implementar impuestos a los alimentos que deben llevar sellos negros porque sus nutrientes críticos (sal, azúcar, grasas y calorías) superan los niveles considerados como saludables.

Para respaldar sus argumentos el parlamentario PPD le entregó al ministro Larraín el informe de “Evaluación y Aplicación de Impuestos a los Alimentos con Nutrientes Dañinos para la Salud en Chile”, que fue encargado por la propia cartera de Hacienda (en la administración anterior) y realizado por los economistas Guillermo Paraje, Claudio Agostini, Claudia Martínez y los expertos en nutrición Camila Corvalán y Cristóbal Cuadrado.

El objetivo del estudio, presentado en marzo pasado, es medir los costos que tiene sobre el sistema de Salud, especialmente sobre el sistema público, el consumo de alimentos con nutrientes críticos.

Al término de la reunión, el senador Girardi dijo que “la obesidad es el principal desafío que tiene el país en materia de Salud, pues causa los mayores costos, daños y sufrimientos ya que es responsable de la mitad de los cánceres, de los accidentes vasculares, infartos, hipertensión, diabetes, artrosis”.

Además, recordó que “la obesidad infantil a los 6 años (26%) es una de las más altas del mundo y la prevalencia de la población en general es casi un 35% y se suma los sobrepesos se alcanza a un 74% según la última Encuesta Nacional de Salud”.

El senador explicó que “se hizo la Ley de Etiquetado para establecer el derecho a saber (los niveles de nutrientes críticos de cada producto), regular la publicidad y su venta en los colegios. También es central incrementar la actividad física en los colegios y para ello hicimos otra ley que permite cambiar el uniforme por buzo y zapatillas”.

El parlamentario agregó que “una tercera medida esencial, según todos los organismos técnicos, es el impuesto a los males sociales. Y así cómo se le aplica al tabaco y el alcohol se le debe aplicar a la sal, el azúcar, las grasas porque son tan adictivos y generan el mismo daño”.

Girardi señaló que en la última reforma tributaria “se acordó que se le iba a aplicar impuestos a los alimentos no saludables, de hecho se le aumentó a las bebidas gaseosas dulces un 18%, y hubo un compromiso de hacer un estudio y se contrató a economistas y expertos en salud de la universidades de Chile, Adolfo Ibáñez y centros académicos”.

Según el parlamentario, “este estudio señala que aplicar impuestos a los alimentos con sellos disminuiría un 40% de los casos nuevos de hipertensión, de accidentes vasculares y en un 60% los casos nuevos de diabetes y tendría un importante impacto en la disminución del gasto en salud al evitar estas enfermedades”.

Añadió, además, que esto generaría tributos que van entre los 350 a 500 millones de dólares los cuales se podrían utilizar en otras necesidades de salud o subsidiar los alimentos saludables por medio de una ‘tarjeta verde’ que los sectores de menos recursos podrían usar en ferias y verdulerías”.

Consultado por la recepción del ministro a su propuesta señaló que “muy buena, dijo que analizaría el informe, y yo le dije que ya nos reunimos con la Primera Dama, Cecilia Morel, y se lo plantearíamos al Presidente Piñera porque es muy importante avanzar en esta materia”.

En el estudio se señala que “sustentado en datos nacionales e internacionales se consideró que aplicar un impuesto específico por gramo de nutrientes críticos añadidos ($1,9 azúcar, $30 grasas saturadas y $23 sal) tendría un impacto importante en la reducción de los costos sociales asociados al consumo de estos nutrientes”.

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