La Comisión de Gobierno Interior de la Cámara Baja rechazó la indicación que exige la residencia definitiva a los extranjeros para que puedan acceder a beneficios sociales en la tramitación de la nueva Ley de Migraciones.
De esta forma, los migrantes que ingresen al país podrán acceder de forma inmediata a la seguridad social y beneficios de costo fiscal, como el llamado “bono marzo”, y no deberán esperar los dos años que proponía el Gobierno.
El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, lamentó el rechazo de la indicación y afirmó que “si el extranjero llega antes del 31 de diciembre, podrá en marzo tener su ‘bono marzo’ e irse a finales de ese mes. Se supone que los beneficios de costo exclusivamente fiscal siempre se entregan en función del arraigo, y me parece que dos meses es absolutamente irrisorio”.
Desde la oposición alegaron que si bien se oponen al plazo de dos años para que los extranjeros puedan acceder a este tipo de beneficios, estaban dispuestos a llegar a un punto medio, es decir, un año. Sin embargo, los parlamentarios aseguraron que el Ejecutivo se negó a esta propuesta.
Lo sucedido hoy suma un nuevo capítulo a la tensión entre la oposición y el oficialismo por la tramitación de la reforma migratoria.