SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO
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El ex Presidente Ricardo Lagos está preocupado por la situación del país, y sobre todo por las crisis en las instituciones, que se ven reflejadas en casos como las mentiras al interior de Carabineros por el caso de Camilo Catrillanca, además del desvío de recursos; la golpiza al presidente del Tribunal Constitucional, Iván Aróstica; y la disputa entre el contralor Jorge Bermúdez y la subcontralora Dorothy Pérez, como enumera el mismo ex Mandatario.

“Nunca he visto una crisis de instituciones del aparato del Estado como ahora”, recalcó respeto de este escenario en entrevista con La Tercera. “¿En qué mundo estamos, no? Cuando se ven las dificultades que ha habido en las Fuerzas Armadas, respecto de los viajes, viáticos, que no sé qué, el desfalco en una magnitud que uno dice ¿pero cuáles son los controles de los aparatos del Estado? Acá se ha producido un deterioro de nuestras instituciones”, agrega.

En este sentido, Lagos cree que “tenemos que hacer un esfuerzo por entendernos. Pensar ¿qué tipo de país queremos? Se necesitan, claro, nuevas políticas que aborden esto. ¿Nos podemos poner de acuerdo? En establecer principios, tener una mirada común, a eso voy. Se requiere un gran consenso para acordar el tipo de país que queremos”.

Respecto de la remoción del alto mando de Carabineros y la asistencia del ministro del Interior, Andrés Chadwick, al Congreso, Lagos explicó por qué llamó al secretario de Estado previo a ese momento.

“Venía llegando de China ese día y decidí contactarlo para que no fuera a hacer lo que hizo: ir al Congreso. Él tenía que hacer algo muy simple: mandar el oficio, y lo que tiene que hacer el secretario es decir al Senado: “Recibimos un oficio que dice esto. Tómese nota. Terminada la sesión”. Si después quieren discutir el tema, que lo discutan. Por supuesto. Nadie prohíbe discutir las cosas”, indicó.

Y agregó que “era primera vez que se invocaba la reforma constitucional. ¿Cómo destituía usted antes a un comandante en jefe? Iba al Consejo de Seguridad Nacional, que eran cuatro militares y cuatro civiles, y ahí decía vengo a destituir a uno de estos caballeros, uno de los que están al frente, y espero que me lo aprueben. Y si no se lo aprobaban él seguía en el cargo. En las negociaciones del 2005 yo dije: ‘No, el Presidente destituye y se acabó’, y comenzó el tira y afloja. Y terminamos en esto del decreto fundado”.

Respecto de que el gobierno señaló que aprendió la lección y anunció que enviará una reforma sobre este tema, el ex Mandatario sostuvo:

“¿Sabe lo que pasa con la derecha?: llega 12 años tarde siempre. Pasaron 12 años desde el 2005 hasta ahora y aprendieron la lección. Ahora quieren -y me parece muy bien- que basta con que el Presidente diga que se vaya”, indicó a La Tercera.

En ese contexto recuerda los casos similares que vivieron otros mandatarios como Patricio Aylwin, quien “le insinuó a Pinochet que se fuera. Y Pinochet le dijo: “No, Presidente. No haga tal. Yo le mantengo al Ejército tranquilo, lo mejor que puede pasarle es que me quede”, y se quedó ocho años. Después, Frei decidió pedirle la renuncia al general director de Carabineros Rodolfo Stange y este le dijo que no y se quedó. Entonces, hubo hechos que pasaron en mi gobierno -bueno, los cuento en un libro que va a salir por ahí- y al final se entendió”.

Respecto de esto último recuerda que “se reunieron los cuatro comandante en jefe de cada rama en un restaurancito, al lado de una ventana, como señal de unidad para respaldar al general Pinochet, que no fuera desaforado. Y me indigné, porque estaban ofendiendo a Chile, les dije: “¿Ustedes han visto entrar a todos a la Casa Blanca? ¿Han visto ustedes entrar al comandante en jefe donde el primer ministro en Holanda? ¿En qué rol nos están colocando?, la próxima vez que lo hagan, voy a pedir su renuncia en la plaza pública. Eso lo hice separadamente con cada uno. Y les dije: “Sé que dos de ustedes pueden llamar al Cosena. El día que lo hagan, búsquense un lugar donde reunirse, porque a La Moneda no van a entrar, y yo, por cierto, no voy a concurrir a ese consejo. Así de claro. Ahora se puede desclasificar y decirlo”.

Sobre otro caso, denominado como el caso Ríos, Lagos recuerda que “él sabía que tenía que presentar la renuncia y la presentó. Yo estaba en Cerro Castillo, me pidió ir a verlo, se bajó del helicóptero y me pasó su carta de renuncia. Y al que nombré, su reemplazo, comenzó diciéndome: “Quiere usted, Presidente, que yo le entregue de inmediato mi carta de renuncia”. No, le dije yo, no es necesario. ¿Me entiende? O sea, ya en ese momento entendieron que el Presidente mandaba. Yo creo que es muy importante que quede claro cuáles son las atribuciones del Presidente”.

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