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El senador Guido Girardi, miembro de la Comisión de Salud del Senado y autor de ley de Alcoholes, junto a Sebastián González vocero de la Asociación Nacional Gremial de Botillerías (ANAGBOT) denunciaron la venta ilegal de alcohol a través de redes sociales.

Actividad clandestina, conocida como Fono Copete, donde los principales compradores serían menores de edad. Acusaron de indolencia y despreocupación por parte de las autoridades fiscalizadores y anunciaron que harán una presentación a la Contraloría General de la República para que vele por el cumplimiento de la ley de Alcoholes recién en vigencia.

“Con mucha dificultad producto del lobby gigantesco llegamos a aprobar esta ley después de más de 15 años. Chile tiene una de las prevalencias más altas del mundo en consumo de alcohol, 55 gramos de alcohol puro promedio y es mucho más grave en el grupo de 18 a 29 años donde alcanza los 80 gramos”, explicó Girardi.

“La prevalencia general en Chile es cercana al 48% de la población y un 44% de ellos tiene consumo excesivo el fin de semana, pero el mayor problema es la altísima prevalencia de consumo de menores: cerca del 20% de los alumnos de octavo básico y más del 40% a los 17 años. Los fines de semana dos de cada tres escolares beben en exceso el fin de semana”, agregó.

Las principales causas de muerte antes de los 30 años se deben al consumo de alcohol ya sea por accidentes de tránsito o riñas y violencia. Esta ley pone el énfasis en impedir la venta, consumo y adición de alcohol a los menores. Mientras a más temprana edad se comienza a beber mayor es la probabilidad de tener un consumo patológico cuando adulto. En Chile la edad de inicio es a los 13 años”, enfatizó el parlamentario.

INDUSTRIA FONO COPETE

Posteriormente, Girardi denunció que existe una industria denominada “Fono Copete” que  vende alcohol a menores por medio de redes sociales, canales distribución ilegales, clandestinos, sin patente y que cometerían una evasión tributaria.

Las fiscalizaciones de Carabineros son febles. Les vamos a entregar un conjunto de denuncias que hemos recopilado y haremos una presentación a la Contraloría, porque las leyes deben cumplirse y las instituciones deben fiscalizar que ello ocurra y no se está haciendo con el debido celo y responsabilidad”, señaló.

Dijo que es inaceptable que estas plataformas, a través de whatsapp, Instagram, Facebook, se presten para venta clandestina de alcohol y, más encima, a menores. “Vamos a pedirle, tanto a Carabineros como a Investigaciones que fiscalicen. Y quienes sean reincidentes deben tener penas de cárcel y vamos a exigir que se ejerzan todas las acciones necesarias para impedir que se atente al bien público como es la salud de la población, especialmente la de los menores”, agregó.

Por su parte Sebastián González, vocero de ANAGBOT, advirtió que a partir de la pandemia y el toque de queda, “la venta clandestina de todo tipo de productos se masificó rápidamente, cada edificio se convirtió en un mall para satisfacer las diversas necesidades de la gente, con la vuelta a la normalidad ha bajado en general, pero el Fono Copete sigue estando muy alto”.

Agregó que “quien entrega el alcohol no se preocupa de quien lo recibe, por lo tanto, los menores están teniendo acceso al alcohol de manera absolutamente libre”.

Señaló que “cualquier persona va al supermercado con 100 mil pesos, compra alcohol, lo vende de manera clandestina, sin pago de impuestos ni de nada y en poco tiempo multiplica el capital.  Las multas son bajísimas porque almacenan poco en un lugar y guardan en otros. Están organizados, comunicados y tienen un patrimonio para adquirir más mercancía”.

Y criticó “la casi nula capacidad de fiscalización por parte de Carabinero y de Impuestos Internos, que no fiscalizan desde la pandemia, eso y las bajas penas han sido caldo de cultivo para que proliferen los clandestinos en todo tipo de rubros”.

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