La diputada Camila Flores se refirió al mea culpa que realizó el Presidente Gabriel Boric, donde reconoció que cuando fueron oposición ayudaron a debilitar a las autoridades.
Al respecto, la parlamentaria aseguró que las declaraciones no sirven de nada si no se acompañan de cambios en el tono y en la conducción.
Tanto del mandatario como de sus ministros, subsecretarios y parlamentarios oficialistas.
“Esta reflexión del Presidente de la República llega súper tarde”, sostuvo la legisladora respecto a las declaraciones del presidente.
“Él tuvo varios períodos como diputado donde fue implacable, donde fue con una política muy mezquina, muy pequeña”.
“Donde la verdad es que se le negó la sal y el agua al gobierno del Presidente Sebastián Piñera”, comentó Flores.
Un “baño de realidad”: Los cuestionamientos de la parlamentaria Camila Flores
Flores, además, indicó que lo que tuvo el Presidente fue un “baño de realidad” donde debe entender que “la política no se puede hacer desde la mezquindad, desde la odiosidad ni desde la división”.
“Espero que esta autocrítica que él hace sea mucho más allá, porque el Gobierno siempre nos tiene acostumbrados a anuncios”.
“Pero que después de términos concretos, en la bajada, en la práctica, o tiene letras chicas o simplemente no se concreta en nada”, precisó.
En esa línea, la parlamentaria insistió en que “este mea culpa que él hace en poco y nada va a contribuir realmente si es que no hay un cambio de estrategia, de conducción por parte no solamente de él, sino que también de sus ministros de Estado”.
“Se necesita la unidad nacional para avanzar y asumir distintos problemas que son fundamentales”.
“Y eso hasta el minuto no se ha hecho, por el contrario, ellos se han atrincherado en su ideología”.
“En seguirle respondiendo única y exclusivamente al 30% de su barra brava, que es la que lo mantiene en las encuestas de opinión”, agregó.
Finalmente, la congresista dijo que si el Presidente quiere un cambio de verdad, “no solamente necesitamos declaraciones”.
“Necesitamos también que eso implique, por ejemplo, cambios estructurales en materia de seguridad, en materia de pensiones, en materia de salud”.
“Y que las propuestas de la oposición sean consideradas y no tildadas de «obstruccionistas» cada vez que se plantean”, cerró.