Comparte

El tipo de actividad física adecuada, a partir de las necesidades de los trabajadores y de la empresa, mejoraría la concentración, la capacidad, el clima laboral y sobre todo los objetivos de cada compañía.

El aumento generalizado del estrés en las empresas, las ausencias laborales por licencias médicas, el cansancio y la poca productividad, son síntomas cada vez más recurrentes en los espacios de trabajo. Sin embargo, según expertos esto se podría revertir con la ayuda del ejercicio diario tanto dentro como fuera de las organizaciones.

Para Marcelo Pinto, psicólogo organizacional y entrenador de HPI, adoptar un estilo de vida activo en el trabajo trae una serie de beneficios. “Se experimenta una mayor capacidad laboral y de concentración, se logra conciliar el sueño y la vigilia; y por ende entrega mayor bienestar físico y mental”, explicó

Según el especialista, lo anterior se justifica dado que “la actividad física previene y contribuye al tratamiento de una amplia variedad de enfermedades profesionales relacionadas con el modo de vida”, añadió.

Actualmente uno de los grandes desafíos del país tiene relación con la disminución de las patologías de salud mental derivadas por el exceso de trabajo. Y una las mayores causas es el estrés, el cual aumentó en 73% durante los últimos cinco años, por lo que el psicólogo organizacional recomendó que “lo mejor es moverse. Con rutinas de ejercicio saludables, la mayoría puede esperar manejar más y mejor los desafíos que enfrentamos”.

Por otro lado, para Gustavo Olivero, Gerente de Administración y Finanzas de GL Capacita, la solución no basta con el simple hecho de hacer ejercicios en el trabajo, sino en cómo realizarlo al interior de cada entidad. “Existen diferentes formas de abordar este tema, pero lo principal es diseñar los ejercicios o programas de bienestar en base a la función que desempeña cada trabajador”, manifestó.

Además, el experto en desarrollo de estrategias para el bienestar en el trabajo, agregó que otro factor importante es preguntarse la finalidad de los ejercicios propuestos, ya sea para mejorar la salud, el clima laboral, para recreación, entre otros. “Los ejercicios deben estar dirigidos tanto al trabajador como a la función que este cumple. Son diferentes en una persona del área administrativa, que en una persona del área operacional,  si hablamos de sus necesidades particulares, por ejemplo”, recalcó.

Finalmente, Olivero aconsejó a las instituciones que la mejor forma de aplicar los ejercicio es “con un programa de trabajo que cumpla tanto con las expectativas del empleador como del empleado, generando un ambiente grato y mejorando la salud interna de la organización”.

Últimas Noticias