
La lectura digital continúa ganando terreno en el país. Según la Cámara Chilena del Libro, en 2023 se publicaron 2.493 títulos en formato electrónico, lo que equivale al 26,8% de la producción editorial total, marcando un crecimiento frente a los 2.304 títulos del año anterior.
Entre sus principales ventajas, destacan la portabilidad, el acceso inmediato desde múltiples dispositivos y funciones como el cambio de tamaño de letra, el modo nocturno y la posibilidad de convertir texto en audio, lo que facilita la experiencia lectora. “La lectura digital se adapta a las necesidades individuales y permite acceder a una gran cantidad de contenidos sin ocupar espacio físico”, señala Gustavo Alcántara, académico de la Universidad de Santiago.
Además, desde una perspectiva ecológica, los ebooks contribuyen a reducir el uso de papel y la huella de carbono, aunque su producción también implica costos medioambientales asociados a los dispositivos.
Sin embargo, el libro impreso sigue siendo ampliamente preferido: en 2023 se publicaron 6.805 títulos físicos. Para Patricio Moya, académico de Lingüística y Literatura de la Usach, la lectura en papel ofrece una experiencia más completa. “El papel entrega una retroalimentación táctil que ayuda a comprender mejor la estructura de la historia y recordar la secuencia de los hechos”, sostiene.
Ambos formatos, el digital y el impreso, hoy conviven y se complementan, permitiendo a los lectores elegir según sus preferencias, estilos de vida y necesidades.