Cerca de 13 mil litros de agua se necesitan para fabricar un nuevo smartphone. Ese es el impacto hídrico que requieren los aparatos de esas características para su elaboración. Dato a considerar a propósito de que Chile, en los primeros cuatro meses de 2021 registró importaciones por más de US $702 millones en este tipo de productos.
Cifras que, en buena parte, aumentaron por la pandemia, donde hubo una tendencia a la digitalización. El coletazo negativo no es solo el uso de agua, sino también la huella de carbono que generamos.
“Apple busca minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero relacionados con nuestros productos, estableciendo objetivos alusivos a la eficiencia energética, y mediante el aumento del uso de energía renovable en nuestra cadena de suministro”, señalaba el gigante tecnológico en septiembre de 2017 a propósito de lo mismo.
Es por eso que, ad portas de un nuevo Cyberday, una de las recomendaciones es barajar la opción de equipos tecnológicos usados, pues no solo es una opción amigable con el medioambiente, sino que también es una alternativa más barata al bolsillo.
En ese sentido, Ayleen Calles, CMO, de CompraTuCelu.cl, una startup que comercializa productos tecnológicos usados, afirma que “es importante ver a los productos de segundo uso como una posibilidad más accesible, ecológica y que disminuya el mercado negro, garantizando que el segundo uso no sea sinónimo de una baja de calidad y apuntando a que la tecnología de última generación pueda llegar a más personas”.
“Para lograr esto, desarrollamos un software que determina fallas, bloqueos por fraude o robo conectado a un marketplace para un proceso eficiente”, señala Calles.
Con todo, los productos de segundo uso empiezan a posicionarse como una suerte de opción más alcanzable para que los consumidores accedan a productos de alta gama.