El Banco Mundial publicó este martes la última edición del informe Perspectivas Económicas Mundiales, el cual reafirma que la economía chilena caerá durante este 2023.
De acuerdo al organismo mundial, el país durante el 2021 creció un 11,7%; mientras que en el 2022 tuvo un aumento de 2,1. Sin embargo, para los próximos 12 meses pronostica una caída de 0,9%.
En tanto, para el 2024 prevé que la economía de Chile crezca en un 2,3%.
“Es probable que la economía de Chile se contraiga a lo largo del año, debido a que la baja en los ingresos reales erosionará el consumo“, indica el Banco Mundial.
“A pesar de la debilidad de la actividad, es probable que la política monetaria permanezca apretada a principios de año. Esto debería ayudar mitigar las posibles presiones sobre los flujos de capital asociadas a la caída de los precios del cobre y a un considerable déficit por cuenta corriente”, señala la organización.
Además, advierte que “el endurecimiento de las condiciones financieras también pesarán sobre la inversión, que se espera que se contraiga este año y aumentará los costes de financiación para un sector privado muy endeudado”.
“Persiste una considerable incertidumbre política, vinculada al proceso de reforma constitucional y las reformas tributarias y de pensiones”, agregan.
Con esto, Chile y Haití serán los únicos países de la región que tendrán recesión durante este 2023, de acuerdo a las previsiones del Banco Mundial.
Panorama para la economía mundial
En lo que respecta para la economía mundial, el organismo prevé un panorama poco auspicioso, ya que crecería un 1,7% durante este año y un 2,7% para el 2024.
“La fuerte desaceleración del crecimiento será generalizada: los pronósticos se corregirán a la baja para el 95% de las economías avanzadas y para casi el 70% de los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED)”, explican.
Perspectiva de América Latina y el Caribe
El Banco Mundial (BM) también espera que el crecimiento en América Latina y el Caribe se desacelere hasta el 1,3% en 2023 y tendrá una leve recuperación al año siguiente de 2,4%.
“Esta desaceleración refleja tanto los esfuerzos de las autoridades monetarias por controlar la inflación como los efectos secundarios de un panorama mundial poco auspicioso”, dice el BM.
“Se prevé que con el crecimiento algo lento de Estados Unidos y China se reduzca la demanda de exportaciones, mientras que el aumento de las tasas de interés estadounidenses probablemente implique que las condiciones financieras seguirán siendo restrictivas”, señalan.
“Las proyecciones indican que la lentitud del crecimiento mundial incidirá en los precios de los productos básicos, lo que debilitará la relación de intercambio de América del Sur”, complementan.