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hectáreasResultados del catastro entregado por esta cartera, en tanto, señala que de 2011 a la fecha disminución de cultivos llega a 2 mil hectáreas.

Hace unos días en Salamanca, el ministro de Agricultura, Carlos Furche, informó los resultados del Catastro Frutícola de la Región de Coquimbo, estudio que dio a conocer El Día el pasado jueves y que determinó que la superficie plantada en la zona disminuyó un 7% si se compara con los resultados obtenidos por la misma muestra el 2011. De acuerdo a este documento, a julio de ese año, la zona llegaba a 29.808 hectáreas, mientras que a julio de 2015 presenta un total de 27.674,2 hectáreas. Es decir, 2.134 hectáreas menos.

De hecho, la autoridad valoraba que, pese a la extensa sequía que había enfrentado la zona, se había registrado una muy baja pérdida de cultivos, situación que ha sido refutada por la Sociedad Agrícola del Norte, cuya presidenta, María Inés Figari, señala que el muestreo efectuado por CIREN, entidad dependiente del Minagri, revela una “pérdida poco significativa de hectáreas de frutales en los últimos años, lo que nos preocupa porque da la impresión de que la situación de sequía no es tan seria como la realidad que afecta a todos los agricultores de la región”.

De acuerdo a la Sociedad Agrícola del Norte, en la temporada 2014-2015 hectáreas totales de frutales se redujeron a 24.890, generando pérdidas de 31.303 hectáreas en la región

En este sentido, la dirigente detalló que este catastro está elaborado con un muestreo de más de 3 mil productores “pero el informe que nosotros realizamos corresponde a la información que entregaron las juntas de vigilancia de la región que reúnen a más de 24 mil agricultores. Cada junta nos aportó un análisis del número de hectáreas de frutales y cultivos anuales por provincia”, precisó.

Cabe destacar que, de acuerdo al informe elaborado por la Sociedad Agrícola del Norte, en diciembre de 2014, las hectáreas totales de frutales en la temporada 2013-2014 eran 56.193 mientras que para la temporada 2014-2015 esa cifra se había reducido a 24.890 generando una pérdida de 31.303 hectáreas de frutales en la región.

“La cifra de disminución que tenemos como SAN es muchísimo mayor a la del catastro y eso nos inquieta, porque en base a ese documento es que se deberían guiar las políticas públicas para el sector y en realidad los efectos de la sequía han sido mucho más profundos tanto en cantidad de hectáreas como empleos que se han perdido”.

En este sentido, la líder del gremio del agro añade además que “tenemos conocimiento de varios empresarios agrícolas que cortaron a tocón más de 250 hectáreas y campos cerrados que tenían más de 300 hectáreas. Sólo unos pocos suman las 2.085 hectáreas perdidas que señala el catastro, pero hay muchos productores pequeños y medianos que también pasaron por esa situación”.

“Más allá de quedarnos con una cifra, queremos que el Gobierno comprenda el desmedro económico y social que la sequía implica para los agricultores, gremios asociados al sector como el transporte y comercio y en forma particular, la falta de capital de trabajo para sacar adelante esta temporada”, finaliza Figari.

Al respecto, el seremi de Agricultura, Andrés Chiang, explicó que es necesario hacer la precisión de que el instrumento que ellos utilizaron es un catastro “que obedece a un instrumento de metodología censal. Acá se entrevistaron 3.416 predios de más de 0,5 hectáreas, que es prácticamente toda la superficie frutal de la región y la metodología que usó la SAN entiendo que fue muestral, que significa esto, que ellos usaron encuestas preguntándole a las juntas de vigilancia”.

Entonces, agrega la autoridad “por metodología estadística ellos tienen un margen de error mucho mayor y ese error muestral es de un 5% a un 10%. No es que esté malo, pero la metodología que usaron es menos precisa que la que usó en Minagri a través del Ciren”.

Respecto de la preocupación que plantea la SAN de que la ayuda que llegue a la zona se haga en base a estas cifras, la autoridad regional sostiene que “efectivamente tenemos que basarnos en las cifras oficiales”, pero asegura que estas son metodologías validadas tanto nacionalmente como a nivel mundial “por lo tanto las utilizaremos para hacer toda la planificación correspondiente, pero eso no significa que siempre podamos tener un diálogo abierto con la SAN o con quien quiera conversar sobre estos temas y otros y viendo las mejores instancias para que la agricultura de la región salga beneficiada”, puntualizó.

Fuente: Diario El Día La Serena

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