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abeja1-gacEl estudio entregará herramientas de apoyo a los empresarios del rubro de la apicultura, entre las cuales destacan el diseño de un modelo de predicción de floraciones y un protocolo de manejo técnico y de gestión, que permita controlar los puntos críticos de la producción.

“Cartografía apibotánica digital para el desarrollo de apicultura orgánica en la región del Maule”. Ese es el nombre de un proyecto de investigación apícola, único en su género en Chile y en Latinoamérica, que está desarrollando un equipo multidisciplinario de la Universidad de Talca.

Apinova, como también es conocido este estudio que comenzó el 2013 y debiera concluir en marzo 2017, es liderado por Pablo Villalobos, profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias de la U. Talca y prorrector de esta casa de estudios. Además, lo integran economistas agrarios, bio-informáticos, ingenieros forestales, botánicos y profesionales a cargo de simulaciones matemáticas.

El académico fue claro al resaltar que “no hay un proyecto de investigación apícola, que integre tantas disciplinas y cuyos logros sean tan promisorios y, al mismo tiempo, permita alcanzar resultados notables en cuanto a proporcionar herramientas prácticas de manejo productivo y predictivo para los productores y el sector apícola nacional”.

Al respecto, recordó que el Maule es “una región frutícola por excelencia, con mucha aplicación de productos químicos lo que, de alguna forma, repercute también en la producción de miel”.

Por ello –agregó- el objetivo es apoyar una producción sustentable y ojalá orgánica; vale decir, en la cual no se usen productos químicos que afecten a la abeja. “La idea es orientar a los agricultores a producir en las zonas en que tengamos menos intervención y, por lo tanto, contar con una apicultura más limpia”, resaltó el investigador.

Asimismo, recordó que tener una apicultura sustentable abre mercados. “Alemania y Francia, dos potencias agroalimentarias, con una alta disposición a pagar por productos provenientes de apicultura orgánica, concentran casi el 80% de nuestras exportaciones. Por lo tanto, es muy relevante tener cautivo ese mercado, con mieles de calidad, seleccionadas, orgánicas  y de esta zona, más bien prístina”, enfatizó Villalobos.

Además, el economista agrario precisó que “un mercado se cierra, desde el punto de vista zoosanitario, cuando se encuentran trazas de productos que no son aceptados por la legislación de esos países, lo que produce un colapso a nivel nacional en cuanto a la producción y a los precios. Esto se mantiene hasta que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) dé certezas a su homólogo en esa nación, y solo entonces se reabre el mercado”.

CONTEXTO

Sobre el marco en el cual surge esta investigación financiada por el Gobierno Regional del Maule, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R) del 2013, Pablo Villalobos indicó que hay algunos elementos que han incidido en una pérdida sostenida de competitividad.

Explicó que en la primera década de este siglo, Chile venía con una baja en sus precios internacionales y nacionales, a la que se sumó una disminución en la producción, asociada a los efectos del cambio climático y al aumento en los niveles de mortandad de las abejas. El académico de la Facultad de Ciencias Agrarias de la U. Talca añadió que había una falta de manejo sustentable en la producción, y problemas de gestión desde el punto de vista de los insumos que ocupaban los productores, el manejo de las colmenas y aspectos sanitarios, con grandes pérdidas de apiarios.

Relató que “viendo esa situación, un grupo de académicos de esta universidad empezamos a formular este proyecto, que busca zonificar la vegetación natural de la región desde el punto de vista productivo apícola”.

Así, con la información obtenida, el equipo está elaborando un mapa, que incluye la georreferenciación de cultivos transgénicos, huertos frutales, especies vegetales de interés apícola y de apicultores.

ESTADO DE AVANCE   

El prorrector Villalobos contó que la investigación contempla el desarrollo de cuatro componentes. El primero consiste en realizar una zonificación de la región del Maule, identificando las áreas con potencial para trabajar apicultura orgánica. Y, en ese marco, se ha ido desarrollando talleres y capacitación, por los cuales han pasado más de 1.500 productores.

Acotó que también se ha trabajado en la elaboración de un protocolo de manejo técnico y de gestión denominado Protocolo Apicheck, que no existía en Chile, y permitirá controlar los puntos críticos de la producción y que ésta cumpla con la normativa de la Unión Europea.

Asimismo, el economista agrario destacó los avances alcanzados en el diseño de un modelo predictivo de floración. Según explicó, “hay distintas vegetaciones y diversos ecosistemas en la región, pero hay que hacer coincidir la producción de la miel con la floración, ya que las abejas trabajan y van a la flor. Sin embargo, no había estudios que dieran cuenta de la forma en la cual la floración se daba en las especies de bosque nativo más predominantes: Tevo, Quillay, Avellano, Corontillo, Litre y Peumo”.

El docente agregó que además están desarrollando un inédito sistema de simulación productiva en tiempo real y de consulta a través de internet. Y destacó que éste correlaciona el desarrollo de las colmenas, el estado de las especies botánicas de interés apícola y el comportamiento de las variables climáticas, permitiendo apoyar a la toma de decisiones técnicas.

Algunas cifras…

El Maule registra el tercer lugar en producción y concentra el 9% de los productores del país: 900 de los 11.000 a nivel nacional.

95% de la producción nacional está en manos de pequeños agricultores que poseen menos de 100 colmenas.

Más del 85% de la producción nacional se exporta.

Chile exporta 7.000 toneladas al año y cerca del 10% proviene del Maule.

Los principales destinos de exportación son Alemania (50%) y Francia (27%).

El 2015, los ingresos nacionales por exportaciones bordearon los US$ 30 millones.

Fuente: Diario El Centro

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