Fotografía tomada por los trabajadores en Malasia
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Una pesadilla fue lo que vivió el pequeño Fahim, proveniente de Bangladesh, quien jugando a las escondidas se escondió en un contenedor y volvió a ver la luz seis después en Malasia, a más de 3 mil kilómetros de su hogar.

La angustiante situación ocurrió este martes, cuando el niño se quedó dormido dentro del contenedor, momento en el que los trabajadores lo subieron a un barco en dirección al país asiático.

Durante el viaje que duró 6 días, el pequeño no comió ni bebió líquidos y, pese a que gritó múltiples veces por ayuda, nadie lo escuchó.

Cuando el barco arribó en el Puerto Klang, ubicado en Malasia, los trabajadores quedaron consternados al ver a un chico desnutrido, demacrado y sin poder comunicarse, debido a que en su país se habla un idioma diferente.

Finalmente, Fahim fue recogido por una ambulancia y trasladado a un hospital, lugar donde pudo comunicarse con sus padres, con quienes se reencontrará después de que se realice su repatriación.

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