Espacio Libre

Álvaro Vergara en Espacio Libre: “Dos derechas en competencia”

Álvaro Vergara en Espacio Libre: “Dos derechas en competencia”
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Esta tarde se estrena en Agricultura TV un nuevo episodio de “Espacio Libre”, instancia donde expertos abordarán los temas más importantes de la contingencia a través de videocolumnas.

En este espacio, los destacados profesionales analizarán en profundidad distintos aspectos de la política y actualidad nacional e internacional, entregando perspectivas nuevas sobre los hitos que marcan el día a día.

Las columnas se estrenarán todos los lunes, miércoles y viernes a las 20:00 horas a través del canal de YouTube de Agricultura TV.

En esta edición del Espacio Libre, el profesor investigador de Faro UDD, Álvaro Vergara, analiza la pugna interna entre Republicanos y la centroderecha de Chile Vamos de cara a las próximas elecciones.

Álvaro Vergara en Espacio Libre: “Dos derechas en competencia”

En una columna publicada la semana pasada, el coordinador de la campaña de José Antonio Kast, Cristián Valenzuela, sostuvo que el Estado chileno está podrido e infectado por parásitos. Allí sostuvo que el Estado se alimenta de la gente, y que se traga el esfuerzo, los impuestos y la confianza de los ciudadanos. Sin mencionar a nadie con nombre y apellido, dijo que la casta política trabaja para evitar una reforma al Estado, y que esos parásitos se encontrarían en todas las administraciones pasadas.

El tono de la columna de Cristián Valenzuela no aporta mucho al encuentro entre las derechas, sobre todo en la instancia en que nos encontramos. Las presidenciales están a la vuelta de la esquina, y errores como estos pueden costar votos y, sobre todo, las alianzas para gobernar. Hasta ahora, Republicano lo ha hecho bien, al menos ha tenido mejores resultados que la estrategia diseñada por Chile Vamos y Evelyn Matthei.

José Antonio Kast no ha entrado en trifulcas, sus equipos han instalado temas urgentes, y ha logrado conformar una derecha social con arraigo en sectores populares. Por lo mismo, asesores tan importantes deberían cuidar las formas, sobre todo si se aprontan para gobernar. Pero Chile Vamos también decidió hace rato entrar al conflicto.

Evelyn Matthei, lamentablemente, se plegó a la campaña poco constructiva de los sectores más progresistas de Chile Vamos. Teniéndolo todo va a poder ganar, y liderar un proyecto de reconstrucción y de acuerdos, decidió plegarse al diseño de consejeros con poca conexión con los sectores mayoritarios. Estos consejeros, reticentes al mundo republicano y más cercanos a la centro-izquierda, destruyeron el horizonte de la candidatura por sus indecisiones.

Por eso, Matthei se desperfiló y perdió el rumbo con proactitud al alejarse de los sectores de derecha que antes se encarnaba. Y después, en la desesperación y en un afán por salir a flote en las encuestas, ha llegado a criticar no solo las propuestas o el proyecto político de los republicanos, sino incluso a la propia persona de José Antonio Kast. Chile necesita un cambio.

Todas las candidaturas de derecha están de acuerdo en que es necesario un recorte fiscal, mano dura contra el crimen organizado y cerrar las fronteras. De hecho, el panorama es tan delicado que Chile necesita un verdadero cambio radical, y la fuerza más creíble hoy para llevar a cabo eso es la derecha. El problema son las actitudes beligerantes y las de descalificación mutua entre los sectores que luego van a necesitar mutuamente para gobernar.

La derecha necesita competir en buena lid de aquí a la primera vuelta para luego poder unirse y apoyarse en la segunda. Esto lo han dicho de buena manera personas que han levantado la voz, como el ex ministro Claudio Alvarado, Pablo Longueira o Gonzalo Cordero, entre muchos otros más. El punto pareciera estar claro, necesitamos puentes entre ambos sectores.

Si no, el próximo gobierno puede caer en el inmovilismo cuando este necesita responderle rápido a la ciudadanía para construir una base social de apoyo. Por cierto, la derecha de Republicanos y la centro derecha Chile Vamos van a competir, y esa competencia va a ser cruda. Pero esa disputa tiene que llevarse a cabo dentro de ciertas formas que no le impidan luego pactar entre ellos.

En ese sentido, las recriminaciones cruzadas deben hacerse en un tono que no destruya las comunicaciones entre ambos. Con el comunismo al frente y aún tiene escenario auspicioso para la derecha, sus líderes deben saber aprovechar la oportunidad y no destruirse entre ellos antes de llegar a la verdadera competencia de la segunda vuelta.

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