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El recién elegido presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha comprometido a gobernar para todos los brasileños en su primera declaración tras conocer el resultado de las elecciones de este domingo, donde también enfatizó que no existen “dos brasiles” y que la mayoría ha elegido “más respeto, igualdad, libertad y fraternidad”.

“A partir del 1 de enero de 2023, gobernaré para 215 millones de brasileños y no solo para los que votaron por mí”, señaló el representante del Partido de los Trabajadores (PT) que se ha hecho con la victoria con el 50,9 por ciento de los votos con el 99 por ciento de voto escrutado, frente al 49,1 por ciento de su oponente, el hasta ahora presidente Jair Bolsonaro.

“No hay dos Brasiles. Hay un solo pueblo, una sola nación. A nadie le interesa vivir en un país dividido en permanente estado de guerra. Estas personas están cansadas de ver al otro como un enemigo. Es hora de deponer las armas que nunca debieron empuñarse“, ha expresado, haciendo alusión al resto de partidos políticos, según recoge ‘O Globo’.

Además, Lula da Silva ha expresado que en estos comicios no solo se enfrentaba al otro candidato (Bolsonaro), sino a la “máquina del Estado brasileño” que se ponía a su servicio para impedirle ganar. “Quiero agradecer al pueblo brasileño que votó por mí, que se dignó cumplir con su compromiso ciudadano”, dijo Lula, quien dijo que se considera un ciudadano que ha tenido un proceso de resurrección”, ha afirmado.

El brasileño ha reconocido que gobernará el país en una “situación muy difícil” pero que cuenta con la mayoría del pueblo para encontrar una salida para Brasil a través de los instrumentos de la democracia. Por ello, ha prometido que la economía brasileña “volverá a girar” y las minorías estarán incluidas en el presupuesto y también los productores agrarios y los pequeños empresarios.

“La mayoría del pueblo brasileño decidió que quería más y no menos respeto y comprensión entre los brasileños; más y no menos igualdad, libertad y fraternidad en nuestro país” ha declarado Lula al hacer referencia a las implicaciones plausibles del término democracia.

En materia económica, también se ha referido al mercado financiero manifestando que el país debe recuperar su “credibilidad, previsibilidad y estabilidad” para que los inversores nacionales y extranjeros recuperen su confianza en él. Además, ha apuntado que Brasil no se puede limitar a exportar materias primas y se ha comprometido a reindustrializar el país e invertir en economía verde.

Además, ha puesto el foco en el problema de hambre que enfrenta el país. “Nuestro compromiso más urgente es volver a acabar con el hambre. No podemos aceptar como normal que millones de hombres, mujeres y niños en este país no tengan qué comer, o que consuman menos calorías y proteínas de las necesarias”, ha expresado.

Por último, se ha comprometido a avanzar en la lucha contra la violencia contra las mujeres y ha prometido enfrentar el racismo, los prejuicios, la discriminación, “para que blancos, negros e indígenas tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades”.

Asimismo, se ha comprometido a retomar el seguimiento y la vigilancia de la Amazonia y luchar contra la deforestación, ya que considera posible generar riqueza sin destruir el medio ambiente. Además, ha manifestado que su gobierno tendrá un compromiso con los pueblos indígenas.

Da Silva también ha agradecido su victoria a Dios. “Quiero comenzar este pequeño discurso con agradecimiento a Dios. Toda mi vida siempre pensé que él era muy generoso conmigo, permitiéndome irme de donde me fui y llegar a donde estoy”, ha confesado.

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