Captura Europa Press/Contacto/Gerard Cambon
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Las fuerzas de seguridad de Francia efectuaron el jueves por la noche 310 detenciones vinculadas a las protestas tras la aprobación en la Asamblea Nacional de la reforma de las pensiones impulsada por el Gobierno, según un balance del Ministerio del Interior.

Miles de personas salieron a las calles de distintas ciudades después de que el Ejecutivo forzase la aprobación por decreto de la polémica reforma, en contra del criterio de la oposición política y de los sindicatos. El ministro Gérald Darmanin informó en una entrevista a RTL que sólo en París fueron arrestadas 258 personas.

Darmanin ha agradecido la labor de policías y gendarmes frente a estas movilizaciones, que no serán las últimas. Los principales sindicatos ya han convocado para el próximo jueves una nueva jornada de paros —ya llevan organizadas ocho desde el mes de enero—.

Rechazo social a la Reforma

El proyecto no sólo ha sido criticado de manera clara en el Parlamento sino también en la calle. Los sindicatos han organizado ya ocho jornadas de protestas y preparan para el próximo jueves la número nueve.

Los sondeos estiman que ocho de cada diez ciudadanos se oponen a una reforma que retrasa de 62 a 64 años la edad de jubilación, amplía el periodo de cotización necesario para cobrar la pensión máxima y elimina los regímenes especiales para ciertos gremios.

La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, argumentó que es una reforma “necesaria” en una tensa sesión parlamentaria donde escuchó gritos de “dimisión” y ‘La Marsellesa’, entonada por diputados de izquierdas.

En esa misma sesión, Borne hizo público lo que previamente había acordado el Consejo de Ministros: que el Ejecutivo volvía a recurrir al 49.3 y evitaba así una previsible derrota. Antes de este paso, ya había un 82 por ciento de franceses que consideraban “algo malo” que el Gobierno volviese a tensar la cuerda, según una encuesta divulgada por RTL.

Con información de Agencia Uno / Europa Press.

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