Prensa Diego Ibáñez
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Vecinos de Villa El Alba en la ciudad de Quillota, denuncian que la Empresa Maderas Orellana produce ruidos muy estruendosos 9 horas al día, que han afectado a su comunidad y al medio ambiente, por los aserraderos que tienen funcionando.

Al acercarse los vecinos a la Empresa, está indicó que los rangos de ruidos estaban dentro de lo que permitía la regulación legal, pero los vecinos, al medir de forma particular por medio de un sonómetro, esté indicó 72 decibeles cuando la empresa estaba en funcionamiento. A raíz de lo anterior, se acercaron a la Municipalidad de Quillota para pedir una segunda medición, encontrándose con la sorpresa de que la Municipalidad fue a realizar la segunda medición con un sonómetro descalibrado, admitiendo el inspector, segùn cuentan los mismo vecinos, que fue el mismo sonómetro utilizado para la medición anterior que había indicado que los ruidos estaban dentro del rango permitido.

Luego de un mes y medio, por fin la Municipalidad fue a medir los decibeles con un sonómetro en buen estado, el cual marcó 74 decibeles en la casa más próxima a la mederera, constatando que estaba por sobre lo permitido. Los vecinos al corroborar esta información solicitaron ayuda a la Municipalidad, pero nos indican que esta le señaló que ellos no podrían ayudarlos correctamente en esa labor, solicitandoles que denunciaran a la Superintendencia de Medio Ambiente, dicha denuncia fue presentada en mayo de 2018 (Expediente nº37-V-2018), sin aún darles una solución real a los vecinos y vecinas.

Por esta denuncia, el diputado Diego Ibáñez ofició a la Superintendencia de Medio Ambiente y a la Municipalidad de Quillota, para que informe con respecto a la emisión de los ruidos molestos de la empresa aludida y se le dé una solución a la comunidad. “Desde 2018 que esta comunidad viene pidiendo ayuda a las autoridades, para que se les dé solución a una cuestión que los afecta día a día, donde tienen que soportar ruidos estruendosos por más de 9 horas diarias, sin querer siquiera salir de sus casas por ser estos insoportables e incompatibles para la salud de sus familias, para sus vidas y para su bienestar”, señaló.

José Roberts, vecino de la comunidad afectada, indicó “somos un grupo de vecinos de Quillota, del grupo habitacional Villa El Alba, que nos sentimos sumamente complicados y desprotegidos por los ruidos que genera la Empresa Maderas Orellana, en sus faenas diarias de trabajo. Somos una comunidad de muy poco tiempo, que nos vemos afectada por la empresa que está a menos de 50 metros de nuestras casas, por lo que hemos realizado bastantes gestiones tanto en la Municipalidad, como en la Superintendencia de Medio Ambiente, donde ambas confirmaron que efectivamente los ruidos estaban por sobre lo permitido legalmente, pero hasta el día de hoy, luego de dos años, no hemos tenido cambios en nuestro índice de vida y terminar con esta agonía que nos generan los ruidos molestos de la empresa maderera”.

“Le pedimos responsabilidad social a la empresa y que haga trabajos para mitigar los ruidos, viviendo en comunidad sana con ellos, favoreciendo el medio ambiente. No es bueno que estemos expuestos a más de 74 decibeles todos los días durante 9 horas al día por 6 dias a la semana”, finalizó.

Agencia Uno

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