Los padres biológicos de Julia Faustyna, la joven polaca que asegura ser Madeleine McCann, descartaron que se trate de la niña inglesa desaparecida, afirmando que padece de problemas mentales y que todo lo ha hecho porque siempre quiso ser famosa y popular.
La joven ha acaparado la atención del mundo al afirmar que cree ser McCann, subiendo las supuestas pruebas a su cuenta de Instagram, la que ya acumula más de un millón de seguidores, y en la que pide que se le realice una prueba de ADN.
Pese a las expectativas que ha generado que Julia sea efectivamente la niña desaparecida en 2007 en Portugal, sus padres biológicos descartaron esa hipótesis y afirmaron que la joven sufre de problemas mentales.
“Siempre tratamos de ayudarla a recuperarse. Julia es mayor de edad desde hace varios años. Se ha mudado de casa, se niega a recibir tratamiento, no toma medicamentos con regularidad”, señalaron mediante un comunicado.
“Siempre hemos intentado entender las cosas que le estaban pasando a Julia. Terapias, medicación, psicólogos y psiquiatras“, agregaron.
Además, afirmaron que la joven solo quiere llamar la atención. “Quiso ser cantante, modelo… popular. Lo que está pasando ahora le dio 1 millón de seguidores. Tenemos miedo de cómo va a manejar lo que es imposible de evitar. Internet no olvida, y es obvio que Julia no es Maddie”, dijeron.
“Es obvio para nosotros como familia que Julia es nuestra hija, nieta, hermana, sobrina, prima e hijastra. Tenemos recuerdos, tenemos fotos”, afirmaron.
El caso va sumando más antecedentes cada día. Según se supo, la joven realizaba contenido erótico en diferentes sitios para adultos, en uno de ellos, de gran popularidad, su perfil estaba verificado, lo que se puede acreditar únicamente con un DNI o pasaporte, documentos que, según acusó Julia, sus padres nunca le permitieron ver.
“Sus amenazas, sus mentiras y manipulaciones hacia nosotros, sus acciones en internet… Lo hemos visto. Hemos tratado de prevenirlo, explicárselo, le suplicamos que se detuviera“, concluyeron.
Pese a lo mediático del caso, los padres de Madeleine McCann habrían declinado realizar una prueba de ADN, según información de los medios británicos.