
El misterio continúa en el Vaticano, donde el cónclave sigue sin definir al nuevo líder de la Iglesia Católica.
Este jueves se llevaron a cabo las dos primeras votaciones del día, pero ninguna logró el consenso necesario, como lo confirmó el humo negro que emergió desde la chimenea de la Capilla Sixtina.
La atención ahora se centra en la tercera votación diaria. En caso de que los cardenales lleguen a un acuerdo, se verá finalmente el humo blanco, señal inequívoca de que ya hay nuevo Papa.
Sin embargo, si tampoco se alcanza la mayoría en esta ronda, no habrá fumata y se procederá a una cuarta y última votación del día. En esa instancia final sí o sí se producirá una señal de humo, ya sea blanca o negra, zanjando una jornada intensa en el Vaticano.
Pietro Parolin toma la delantera
Aunque el cónclave se desarrolla bajo el más estricto secreto, algunos medios italianos han comenzado a filtrar información relevante desde Roma.
Uno de ellos, el diario Il Messaggero, reportó que existe un cardenal que ya se estaría perfilando como el favorito para liderar la Iglesia: Pietro Parolin, de 70 años.
Según el medio, Parolin ya suma 50 votos de sus pares, lo que lo pone al frente del proceso. A pesar de este respaldo importante, aún está lejos de lograr los 89 sufragios necesarios para ser elegido oficialmente como el nuevo Papa.
No obstante, su posición como Secretario de Estado del Vaticano y su amplia trayectoria lo convierten en una figura fuerte y respetada dentro de la Santa Sede.
Desde el inicio del proceso, el nombre de Parolin ha sido mencionado entre los favoritos por analistas y observadores del mundo religioso. Su perfil moderado, diplomático y con años de experiencia lo han convertido en una carta segura para muchos dentro del colegio cardenalicio.
Expectativa por la próxima fumata
El ambiente en la Santa Sede está cargado de tensión y expectativa. La posibilidad de que se emita humo blanco en las próximas horas mantiene en vilo tanto a fieles como a la prensa internacional, que sigue minuto a minuto cada movimiento dentro del cónclave.
Aunque todavía no hay certezas, el ascenso de Pietro Parolin podría marcar el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica.
Su liderazgo diplomático y su cercanía con las estructuras vaticanas lo posicionan como un candidato natural para guiar al mundo católico en los próximos años.