Tras una redada policial que dejó 64 muertos en favelas de Río de Janeiro, el gobernador Cláudio Castro acusó al presidente Lula da Silva de “abandonar” al estado en su lucha contra el narcotráfico.
Sin respuesta desde Brasilia
Castro aseguró que el Gobierno Federal ignoró tres solicitudes de apoyo militar para combatir al Comando Vermelho, una de las facciones criminales más violentas del país. “Estamos solos en esta guerra”, afirmó.
Operativo letal
La operación, realizada en los complejos de Penha y Alemão, movilizó a 2.500 policías y terminó con 60 civiles y cuatro agentes fallecidos. Pese a las críticas por su letalidad, el gobernador defendió la intervención ante la falta de respaldo del Ejecutivo.
Tensión con el Gobierno central
El Palacio del Planalto no ha respondido a los dichos de Castro, mientras crece la tensión política en medio de un escenario marcado por la violencia y la inseguridad en Río.