
Este 28 de junio, en el marco del Día del Orgullo, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) conmemoró 34 años de existencia y 30 años de la primera marcha del Orgullo en Chile, en un contexto donde, según afirman, los derechos LGBTIQ+ siguen siendo frágiles y sujetos a las autoridades de turno.
La fecha recuerda los 56 años de la rebelión en el bar Stonewall Inn, en Nueva York, un hito contra la homo y transfobia que dio origen al movimiento del Orgullo a nivel mundial.
En Chile, el Movilh nació en 1991 inspirado en esta lucha global, y desde entonces ha trabajado por la igualdad de derechos para personas LGBTIQ+, parejas del mismo sexo y familias homoparentales. Sin embargo, la organización enfatizó que aún persiste una fuerte discriminación en el país.
Alarmantes cifras de discriminación
Según la Segunda Encuesta Nacional sobre Diversidades y Discriminación (Movilh, 2024), el 80,9% de las personas LGBTIQ+ declaró haber sufrido discriminación en algún momento de su vida y un 57,7% en el último año. El informe reveló además que el 38,9% se autolesionó al menos una vez, ya sea a través de daño físico, aislamiento o intentos de suicidio.
Por su parte, el XXIII Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género (Movilh, 2025) registró un aumento del 78,7% en las denuncias por homo/transfobia en el último año, lo que evidencia un preocupante retroceso en materia de respeto y seguridad para esta comunidad.
Llamado a una institucionalidad antidiscriminación
Ante este escenario, el Movilh aseguró que los derechos LGBTIQ+ siguen siendo vulnerables y que su vigencia o retroceso dependen de los cambios políticos y autoridades de cada gobierno.
“Todo demuestra que los derechos LGBTIQ+ en nuestro país siguen siendo frágiles, toda vez que su avance o consolidación dependen de las voluntades de las autoridades de turno y de los vaivenes electorales”, indicó el movimiento en su declaración pública.
La organización exigió al Estado chileno la creación de una institucionalidad antidiscriminatoria autónoma, que garantice apoyo a las víctimas y campañas permanentes de educación y concientización, libres de influencias ideológicas.
“Exigimos al Estado una comprensión integral y universal de los derechos humanos, sin interferencias ideológicas de ningún sector”, agregaron, subrayando que la protección de las personas debe mantenerse siempre como una prioridad estatal.