El alcalde de Curacaví y vicepresidente de la Asociación de Municipios Rurales, Juan Pablo Barros, acusó que la implementación del Plan Calles Sin Violencia en comunas de la Región Metropolitana, ha trasladado los delitos hacia comunas rurales. Debido a lo anterior, alcaldes han hecho un llamado al Gobierno a declarar Estado de Excepción.
“En Curacaví, tuvimos un aumento considerable de delitos cuando se inició el plan, y la mayoría de los detenidos no eran de la comuna. Por lo tanto, esta medida es necesaria para evitar que se desprotejan aún más las comunas rurales”, afirmó Barros.
Y añadió que “esperamos que con esta medida al menos no se siga quitando la ya escasa dotación policial a las comunas rurales para reforzar operativos en comunas que son parte del plan, dejándonos aún más desprotegidos”.
Desde regiones, el presidente de la Comisión de Seguridad de los Municipios de O’Higgins y alcalde de Graneros, Claudio Segovia, advirtió que, si bien el Plan Calle Sin Violencia es una respuesta necesaria, no es suficiente.
“Estamos viviendo un estado de calamidad en nuestro país, con delitos cometidos por bandas organizadas y armamento de grueso calibre. No estamos en condiciones de enfrentar este tipo de delitos. La situación es gravísima; debemos tomar medidas pertinentes y no permitir que las fronteras sigan abiertas para el crimen organizado”, comentó.
Alcalde de Río Claro emplaza al Gobierno a declarar Estado de Excepción
En la misma línea, el alcalde de Río Claro, Américo Guajardo, hizo un llamado al Gobierno a decretar un Estado de Excepción y utilizar todas las herramientas disponibles, incluyendo a las Fuerzas Armadas, para fortalecer a las policías.
“La delincuencia se ha propagado intensamente, especialmente en la Región Metropolitana. Es necesario que el gobierno actúe con firmeza para controlar esta situación que ha escapado de las manos de toda autoridad”, enfatizó la autoridad comunal.
Finalmente, los tres alcaldes coinciden en no se deben descuidar las comunas con menor delincuencia, ya sea tanto en la Región Metropolitana como en otras de la zona central, pues se podría generar un desplazamiento de la delincuencia hasta las regiones aledañas.