De acuerdo a la psicóloga infantil Daniela Muñoz “el reggaeton angustia a los niños y provoca un ‘impacto negativo en su desarrollo cognitivo’, sobre todo canciones ‘hipersexualizadas’ para las que no están preparados para discernir.Asimismo, recalcó que para los menores “la música debe ser apropiada y cumplir con un objetivo formativo, promoviendo el aprendizaje y la identificación con modelos adecuados de conducta”.
De acuerdo a la profesional, si un adulto utiliza esta música en un ambiente infantil, “están exponiendo a los menores a un tipo de abuso que provoca un desarrollo precoz e inadecuado”. Por lo mismo, los adultos y docentes deben “respetar el desarrollo físico y emocional del infante”, sobre todo en momentos en que se vive una “crisis de valores sociales” y se prioriza “un modelo de éxito basado en los atributos físicos”.
Además, aseguró que este género provoca ansiedad tanto en niños como adultos, “ya que los modelos sociales que se presentan son inexistentes e inalcanzables”. Por lo mismo, recalca que es indispensable generar una interacción emocional equilibrada y fomentar la convivencia en la familia, adecuándose a los aprendizajes infantiles.
La psicóloga enfatiza en los casos de los niños menores de 12 años, ya que con esta música “se vulnera su capacidad de desarrollo porque no comprenden el significado de las letras y las imágenes complejas, agresivas o sexuales”.
En el caso de los niños entre 2 y 7 años, aún no tienen la capacidad para procesar la información, “tampoco para discernir si ese es el contexto en el que viven”.
Por otro lado, entre los 7 y 12 años, los niños ya utilizan la lógica para llegar a conclusiones válidas, por lo que necesitan la ayuda de un adulto y un ambiente formativo para comprender la información que procesan.
“Las canciones hipersexualizadas son violentas y restringen la perspectiva del planeta, mostrándonos una pequeña parte de él; existen una variedad de géneros musicales que podemos utilizar para cada etapa del desarrollo”
Para finalizar, la psicóloga infantil indicó que “generalizar el reguetón sería injusto” por ser “una manifestación que, al igual que el rock, el jazz y otros géneros musicales, se expresan a través de palabras, notas y ritmos específicos que deben ser respetados, al igual que los procesos psicológicos infantiles”.