perfeccionismo
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Un estudio publicado en la revista Personality and Social Psychology comparó el perfeccionismo con el mero hecho de trabajar con objetivos de excelencia.

El resultado que obtuvo fue concluyente: El perfeccionismo conduce a peores resultados, no a mejores.

De hecho, instituciones como Adipa y otros estudios revelan que, no sólo el perfeccionismo conlleva peores resultados, sino que también puede hacer que te sientas miserable y que tu vida carezca de creatividad y sea menos satisfactoria.

La buena noticia es que puedes transformar el perfeccionismo en una búsqueda de la excelencia que te haga sentir bien contigo mismo, en lugar de agotado y autocrítico.

Resultados sorprendentes

En el estudio “Because Excellencism Is More Than Good Enough: On the Need to Distinguish the Pursuit of Excellence from the Pursuit of Perfection,”, los autores demuestran dos grandes puntos:

  1. Hay una diferencia entre ser perfeccionista y esforzarse por alcanzar la excelencia.
  2. Los que se esfuerzan por alcanzar la excelencia, y se detienen cuando logran sus objetivos, obtienen mejores resultados que los perfeccionistas.

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre perfeccionismo y el querer alcanzar la excelencia

  • Perfeccionismo significa estar atascado con estándares que son siempre demasiado altos y centrarse ansiosamente en ellos.
  • El “excelentismo” consiste en fijarse objetivos buenos pero alcanzables y ser comprometido, pero flexible con ellos, para luego pasar a otras tareas una vez conseguidos.

El “excelentismo” parece la mejor vía, pero en manos de un perfeccionista, la idea de “excelencia” se convierte rápidamente en más perfeccionismo, con una nueva palabra.

Mucho perfeccionismo hace la vida más compleja

Los autores exploran muy apropiadamente el siguiente reto: cómo mantener un alto nivel de exigencia sin caer de nuevo en la ansiedad perfeccionista. Resulta que el perfeccionismo habla por sí solo.

Los autores estudiaron a estudiantes universitarios con tendencias perfeccionistas y los compararon con compañeros no perfeccionistas, flexibles pero de buen rendimiento.

Los resultados mostraron claramente que el excelente rendimiento aumenta la motivación, mientras que el perfeccionismo hace la vida más difícil.

Los promedios de notas de los estudiantes fueron la prueba de ello:

  • Si tienes unos niveles de exigencia altos pero realistas, los alcanzas y sigues adelante, obtienes mejores resultados, te sientes mejor contigo mismo y estás motivado para continuar. Si eres perfeccionista, nada te parece suficientemente bueno y la motivación disminuye, lo que conduce a peores resultados.
  • Si te limitas a establecer unos estándares y dejas de lado la idea perfeccionista de que siempre puedes hacerlo mejor, obtendrás mejores resultados. Tienes pruebas, lo que te mantiene en un bucle de retroalimentación positiva.

El problema es que sientes el perfeccionismo en el cuerpo, como una inquietud y un temor, y te preocupa no ser lo bastante bueno y te vuelves adicto a esforzarte más. ¿Cómo superar esa sensación?

Especialistas en psicología explican en sus cursos, que hay 4 pasos básicos para superar el perfeccionismo: 1. Confiar en nosotros mismos; 2. Preguntarse por qué somos perfeccionistas y reflexionar; 3. Utilizar un esquema de objetivos y metas realistas; 4. Combatir la ansiedad y superar los errores.

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