Durante el primer trimestre de 2025, las ventas de comida rápida en Chile registraron un aumento real anual de 2,1%, según datos entregados por la Asociación Chilena de Gastronomía (ACHIGA), en base a un informe del Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio. Pese al crecimiento, el indicador refleja una desaceleración progresiva del sector, que ya acumula tres trimestres con menor dinamismo.
El resultado se explica, principalmente, por un mayor número de boletas emitidas en comparación con el mismo período de 2024, aunque el consumo promedio por transacción se contrajo. Esto sugiere que los clientes están comprando con mayor frecuencia, pero gastando menos por ocasión.
La disparidad regional fue uno de los puntos más relevantes del análisis. Mientras las regiones mostraron un fuerte incremento anual de 16,4%, impulsado por un aumento de 8,4% en la cantidad de locales, la Región Metropolitana presentó una baja de 6,7% en ventas, tanto totales como por local equivalente. Así, las regiones alcanzaron un 43% del total nacional, cuatro puntos más que el trimestre anterior.
En términos mensuales, enero lideró con un alza de 4,7%, seguido por marzo con un 1,7%, mientras que febrero retrocedió levemente en 0,1%, afectado parcialmente por el calendario. Sin embargo, los locales equivalentes registraron un descenso de 2,1% en promedio, con caídas marcadas en febrero (−5,0%) y marzo (−2,7%).
Por su parte, el canal presencial sigue concentrando la mayor parte de las transacciones, mientras que las ventas digitales se mantienen estables, funcionando como un complemento sin grandes cambios respecto a períodos anteriores.
Desaceleración en el crecimiento de las ventas
Para Máximo Picallo, presidente de ACHIGA, los resultados “dan cuenta de un quiebre de tendencia que hay que observar con atención en los siguientes indicadores, para establecer si se trata de una situación puntual o no, y cuáles son los factores que explican esta desaceleración en el crecimiento de las ventas”.
En resumen, el panorama para las ventas de comida rápida en Chile muestra señales mixtas: crecimiento moderado a nivel nacional, mayor protagonismo de las regiones, y un retroceso en la capital que podría marcar un cambio de ciclo en la industria gastronómica.
