Luego de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmara que se pueden organizar competencias al margen de la UEFA y la FIFA sin que estas puedan sancionar a los clubes, La Superliga comienza a tomar forma para la temporada 2025-26 con un presupuesto inicial de 15.000 millones de euros.
La multimillonaria inversión se realizaría con 5.000 millones de la divisa europea en cada una de las tres primeras temporadas, justo el doble de lo que la UEFA está repartiendo entre los equipos de la Champions.
Los fondos para la organización del torneo provienen de importantes fondos de inversión estadounidenses y europeos, y no contempla, de momento, la posibilidad de sumar inversionistas árabes.
De esos 5.000 millones por temporada, 4.600 se destinarían a repartirlos entre los clubes participantes, mientras que los 400 millones restantes pasarían a un fondo de solidaridad que integra al fútbol formativo, aficionados y diferentes clubes que no sean parte de la Superliga.