PABLO OVALLE ISASMENDI/ AGENCIAUNO
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La pobreza en las zonas rurales de América Latina y el Caribe ha vuelto a crecer luego de una década, señala una nueva publicación de la FAO, presentada durante la Semana de la Alimentación y la Agricultura, en Buenos Aires, Argentina.

La primera edición del Panorama de la Pobreza Rural en América Latina y el Caribe advierte sobre una histórica reversión en la pobreza rural de la región, la cual creció en dos millones de personas entre 2014 y 2016, alcanzando un total de 59 millones.

Desde 1990 hasta 2014, la pobreza rural en la región había caído casi 20 puntos porcentuales, desde 65 por ciento a 46 por ciento. Pero entre 2014 y 2016, tanto la pobreza como la pobreza extrema aumentaron dos puntos porcentuales cada una, alcanzando, respectivamente, 48,6 % y 22,5%.

La última vez que la región pasó por un retroceso de esta magnitud en materia de pobreza rural fue por los efectos de la crisis financiera internacional de 2008.

“No podemos tolerar que uno de cada dos habitantes rurales sea pobre, y uno de cada cinco, indigente. Peor aún, hemos sufrido una reversión histórica, un quiebre que vuelve patente que nos estamos olvidando del campo”, señaló Julio Berdegué, Representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La migración desde el campo está vinculada a territorios diezmados por la pobreza y la vulnerabilidad climática. Una buena parte de las personas que migran por desesperanza, lo hacen desde zonas rurales diezmadas por la pobreza, la inseguridad y la vulnerabilidad ambiental, según el Panorama de la Pobreza Rural.

El informe indica que el ingreso laboral anual promedio de un trabajador del sector rural en América Latina el 2015 era de USD 363 dólares, menos de la mitad de los USD 804 de los trabajadores urbanos, en el mismo año.

La mayor parte de las personas que dejan sus territorios de origen en Centroamericana lo hacen huyendo de municipios rurales, incluyendo pequeños pueblos y ciudades con menos de 100 000 habitantes.

En Honduras, el 76% de quienes dejaron sus territorios provienen de 295 municipios rurales. En El Salvador, el 70% proviene de 257 municipios rurales, y en Guatemala el 61% de los emigrantes proviene de 325 municipios rurales.

Según la FAO, eliminar la pobreza rural es clave para enfrentar a las economías ilegales como el tráfico ilícito de drogas, la trata de blancas, la tala de bosques y minería ilegal, las que han venido ganando espacio en la región y aumentan la inseguridad en los territorios rurales.

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