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cerezosEn el valle interior, como en Quillón, Quinchamalí y Ránquil, hasta aquí todo indica un buen año frutal.

Las heladas de los días 10, 18 y 19 de septiembre en la precordillera, ya han causado daños a los cultivos de cerezos. Eso es lo que se reporta en zonas como Coihueco, Pinto, San Carlos y Bulnes, según comentó la agrónoma Elena Yáñez Cofré, asesora especializada en el rubro y además productora.

En el valle interior, en tanto, todo hasta aquí da indicios que será un buen año en producción frutal y el clima ha sido generosos con el rubro cerezos, señala el empresario Félix Valdés, que centra su producción en el sector de Santa Cruz de Cuca.

Heladas de los días 10, 18 y 19 de septiembre en la precordillera, han causado daños de hasta en un 80% a los cultivos de cerezos en algunos predios

El daño por heladas lo ha vivido en carne propia Elena Yáñez, quien afirma que los análisis que ha hecho en los dardos frutales de su huerto en Coihueco, la hacen prospectar pérdidas de hasta 80% de la fruta en la variedad Lapins, esto debido que las temperaturas bajo cero se extendieron hasta por tres horas, lo que resulta fatal.

“La primera helada cayó en ciclo de yema hinchada y la segunda en botón blanco. El daño sería mayor en Lapins. De todas maneras las conclusiones más claras, las vamos a tener en los siguientes días cuando venga la cuaja de la fruta”, dice la experta, corroborando también que en el microclima del valle central y secano interior, no se han registrado heladas dañinas.

Tanto Elena Yáñez, como Félix Valdés, expresaron su preocupación por los anuncios que señalan que habrá un fin de año con lluvias intensas, lo que fue corroborado recientemente en una charla en Chillán del doctor en Bioclimatología Fernando Santibáñez. Esto podría afectar seriamente al rubro cerecero, si las precipitaciones coinciden con la madurez del fruto, ya que se produciría partición del mismo.

De todas formas según Elena Yáñez resulta más manejable para los productores la lluvia que la helada, ya que con el agua, el daño con los cerezos en flor se produce por hongos, los que pueden ser netralizados con fungicidas y secado mecánico oportuno luego de las precipitaciones. En este mismo caso, el daño de la helada quema el ovario de los cerezos con lo que no hay vuelta atrás y solo queda esperar la siguiente temporada.

En el caso de la lluvia con fruta madura también se puede combatir el daño con productos como aceite de soja que impermiabiliza al fruto o con secado forzado mecánica, evitando que el agua se estanque en el pedicelo de la cereza.

También ambos productores y técnicos en fruticultura, coinciden que con estas manifestaciones más extremas que está mostrando el clima, son señales cada vez más claras que es necesario adoptar nuevas tecnologías, como los techos frutales, productos antiestrés de la fruta, sombreaderos, etc.

Pese a tratarse de soluciones que implican alta inversión, ya que un techo tiene costos del orden de los 10 mil dólares por hectárea, en cultivos de alto retorno, como es el caso de la cereza para exportación en fresco, se justifican económicamente solo con un episodio de lluvia de alto riesgo.

Los productores de cerezos con más “espaldas” ya están invirtiendo en estas soluciones tecnológicas, mientras que el resto tiene que confiar en la buena suerte y en que no se produzcan fenómenos climáticos extremos en momentos críticos.

Frente lluvioso fungicidas

A propósito del clima, desde esta madrugada hasta el jueves, la Dirección Meteorológica de Chile pronostica lluvias para la zona de Chillán, que continuarían desde la mañana del domingo. Para los productores de cerezos que están con sus variedades en flor, la única alternativa técnica para evitar daños en esta situación es aplicar los fungicidas que evitan el daño, aunque encarecen el ciclo.

Fuente: La Discusión

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