Vladimir Putin
Vía red social X | @mfa_russia
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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró este jueves que Moscú no fue quien inició “la llamada guerra en Ucrania”, sino que está precisamente tratando de “ponerle fin” a un “golpe de Estado” perpetrado en Kiev en 2014, en alusión al Euromaidán y la llegada al gobierno ucraniano de políticos proeuropeos.

No fuimos nosotros quienes organizamos el golpe de Estado en Kiev en 2014: un golpe de Estado sangriento e inconstitucional”, recalcó el mandatario ruso, que además aprovechó para cargar contra los medios de comunicación occidentales por haber dado una versión que no se ceñía a la realidad de aquel episodio.

Así, enfatizó que Rusia se comprometió en 2014 con la seguridad de la población de Crimea, contra la que desde Kiev se estaba intentando impulsar una “limpieza étnica en el espíritu nazi”; y aseveró que no fue Moscú quien lanzó ataques contra el Donbás ni intentó que aquella población no pudiera hablar su lengua materna.

Ya saben lo que pasó: durante nueve años bombardearon, dispararon y utilizaron tanques. Se lanzó una guerra contra el Donbás (…) Y nadie contó los niños muertos. Nadie en Occidente lloró por los muertos”, dijo Putin durante su intervención en el Club Internacional de Debate Valdai, en Rusia.

“La guerra iniciada por el régimen de Kiev con el apoyo activo y directo de Occidente se encuentra ahora en su décimo año, y una operación militar especial tiene como objetivo detenerla”, añadió el líder ruso, que además incidió en que las medidas unilaterales “inevitablemente se enfrentarán a acciones de represalia”.

En este punto, acusó a las potencias occidentales de haber perdido “el sentido de la realidad”, y aclaró que la guerra en Ucrania “no es un conflicto territorial”, sino que se trata de una cuestión “más amplia y fundamental” como son “los principios en los que se basará el nuevo orden mundial”.

“La paz duradera se establecerá sólo cuando todos comiencen a sentirse seguros, comprendan que su opinión es respetada y que hay un equilibrio en el mundo”, manifestó el jefe de Estado ruso, que en este punto reconoció el “legado cruel del siglo XX” de diferenciar Rusia y Occidente en “nosotros y ellos”.

“Esto es producto de la cultura política occidental, al menos de sus manifestaciones más agresivas. Repito, Occidente siempre necesita un enemigo“, lamentó un Putin que considera que estas potencias necesitan de “un enemigo cuya lucha pueda explicar la necesidad de una acción contundente y una expansión”.

En este sentido, el presidente ruso considera que en las potencias occidentales se ven además obligados a encontrar culpables a los que responsabilizar por sus problemas internos y críticas sociales a un sistema que “la mayoría de los ciudadanos no quieren aceptar”. “Rusia es el tema favorito de esos políticos”, afirmó.

“Rusia fue, es y será uno de los cimientos del sistema mundial, dispuesta a una interacción constructiva con todos los que luchan por la paz y la prosperidad, dispuesta a una dura oposición a quienes profesan los principios de la dictadura y la violencia”, zanjó el mandatario ruso.

Agencia Uno – Europa Press.

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