Fotos Claudio Bueno / Aton Chile
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Estados Unidos confirmó a Chile su solicitud de extradición de Carlos Cardoen, empresario acusado de exportar material de guerra a Irak en la década de los 80. Además, se cita una serie de hechos que aluden que Cardoen falseó permisos y declaraciones para exportar circonio desde EE.UU. a nuestro país.

En el documento que llegó el 13 de junio al Ministerio de Relaciones Exteriores se le imputan delitos equivalentes a ilícitos aduaneros, declaraciones falsas y tráfico de armas, según consignó La Tercera.

Según el gobierno norteamericano, el circonio fue el elemento utilizado para la fabricación de bombas de racimo que luego fueron vendidas a Irak, en lugar de tener fines mineros, como el empresario había declarado.

Si bien en primera instancia se ratificó que los hechos denunciados por Washington ocurrieron entre 1980 y 1988 durante la guerra entre Irak e Irán, el documento también incluye delitos ocurridos luego de la década de los 90.

Entre los antecedentes adjuntados a la solicitud está la acusación de 42 páginas que la Corte Federal de Florida realizó el 26 de mayo de 1993 contra Cardoen, en la que el ex fiscal Eduardo Palmer le imputó a él y otras cuatro personas y cuatro empresas la falsificación de solicitudes de licencia de control de exportaciones de circonio.

El “indictment” indica que más de 24 mil bombas de racimo se fabricaron mediante este sistema, y el monto total que recaudó la venta de estos explosivos y otros artículos de municiones superó los 60 mil millones.

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