robo de cables
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Más de dos millones de hogares fueron afectados por el robo de cables durante el 2022, señalan datos de la Asociación Chilena de Telecomunicaciones (Chile Telcos).

También conocidos como ‘‘cablazos’’, los autores buscan extraer el cobre de los cables. Un material con alto precio para la venta y exportación ilegal.

Según Chile Telcos, entre el 2019 y el 2022 se presentaron 9.505 querellas y denuncias por el robo de cables. Un número que palidece ante los 22.310 casos que solo se registraron en el 2022.

“Aumentó fuertemente el cablazo, con un enorme impacto en nuestros clientes, tanto personas como empresas e instituciones’’, señaló el presidente ejecutivo de la asociación, Alfie Ulloa.

Como indica un reportaje de CHV, servicios públicos como el Registro Civil han sido víctimas de este delito y quedan incapacitados de desempeñar sus funciones con normalidad.

Detrás de este negocio se encuentran delincuentes menores y bandas organizadas que venden el cobre en el mercado negro. Mientras que algunos atacan de madrugada, otros lo hacen a plena luz del día usando chalecos reflectantes u overoles de trabajo.

Como señala CHV, este crimen tiene resultados millonarios. Carabineros atrapó a un conductor con 250 kg de cobre, equivalentes a 25 millones de pesos. Por otro lado, la PDI incautó 7 toneladas de material robado avaluadas en más de 60 millones.

El presidente de Chile Telcos enfatiza que este contrabando se ha extendido a otras regiones. Hasta ahora, la Región Metropolitana es la más afectada. Le siguen las regiones de Valparaíso, Biobío, O’Higgins y Antofagasta.

En Chile, este delito se reconoce como un robo de bienes nacionales de uso público. Los criminales arriesgan desde 3 años y un día a 5 años y un día de presidio, aunque existe un proyecto de ley para aumentar las sanciones. Para la receptación existen condenas desde 3 años y un día a 5 años.

Norte Verde implementa un Sistema de Prevención

Debido a que los delincuentes logran vender y exportar el cobre, se ha manchado la reputación del mercado del reciclaje que recolecta y compra este material.

‘‘El reciclaje es muy positivo y necesario, y no queremos que se siga estigmatizando’’, señalan los expertos de Norte Verde, una empresa de recuperación de metales, entre ellos el cobre, ‘‘pero existen riesgos inherentes, como la receptación’’.

Para generar cambios en la industria, la compañía diseñó e implementó un modelo para la prevención del delito, asesorada por abogados especialistas.

‘‘Bajo la ley 20.393, que rige la responsabilidad penal de las personas jurídicas, decidimos enfrentar el problema. Por eso creamos un Modelo de Prevención de Delitos que ya está operativo y en proceso de certificación’’, comentan desde Norte Verde.

Para esto identificaron los elementos de riesgo que amenazan al reciclaje de metales. También establecieron políticas destinadas a minimizarlos.

Además, habilitaron un Canal de Denuncias en su página web, elaboraron un Código de Ética empresarial y un Departamento de Compliance a cargo del cumplimiento normativo.

Con la implementación del Modelo de Prevención de Delito, la compañía pretende asegurar a sus clientes, y a la sociedad en general, que su actividad se desarrolla en un contexto de estricto cumplimiento normativo y promueve un reciclaje responsable y seguro. Norte Verde es la primera empresa de la industria que toma esta iniciativa.

El robo de cobre es un fenómeno que no parece detenerse. Por lo que se necesita colaboración entre públicos, privados y la sociedad civil, para detener un crimen que pone en riesgo el bienestar de usuarios, empresas e instituciones. Norte Verde es pionero en esta área y espera que la industria siga avanzando.

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