
India y Pakistán acordaron este sábado un alto el fuego luego de varios días de intensos enfrentamientos en la región de Cachemira. Sin embargo, horas después del anuncio, ambos países se acusaron mutuamente de romper la tregua.
La medida se oficializó tras un mensaje del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien celebró el inicio de un “alto el fuego total e inmediato”. Poco después, Nueva Delhi e Islamabad confirmaron el entendimiento. El acuerdo se logró tras cuatro días de ataques que provocaron la muerte de al menos 60 personas, incluidos civiles.
Pese a ello, medios locales reportaron nuevas explosiones en Srinagar, principal ciudad de la Cachemira india. Allí se activó el sistema de defensa aérea tras la detección de posibles amenazas.
Acusaciones cruzadas
India denunció nuevas agresiones por parte de Pakistán. “Pedimos a Pakistán que tome las medidas adecuadas para responder a estas violaciones y que trate la situación con seriedad y responsabilidad”, señaló Vikram Misri, secretario de Relaciones Exteriores de India.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán afirmó que el país “sigue comprometido con la fiel aplicación del alto el fuego”, pero denunció a India por presuntas violaciones en varios puntos de la Línea de Control.
En ese sentido, el gobierno paquistaní enfatizó que sus fuerzas armadas actuaron con “responsabilidad y moderación”, y llamó a resolver cualquier disputa mediante diálogo “en los niveles adecuados”.
Un conflicto de larga data
El reciente conflicto comenzó tras un atentado en la Cachemira india que dejó 26 turistas muertos. India responsabiliza al grupo Lashkar-e-Taiba, con sede en Pakistán, considerado terrorista por la ONU. Islamabad niega cualquier participación.
La tensión entre ambos países se remonta a su independencia en 1947, con múltiples guerras por el control de Cachemira. El conflicto se agravó en 2019, cuando el gobierno indio retiró la autonomía especial de la región.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, celebró el cese de hostilidades, considerándolo un “paso positivo hacia una paz duradera”.