
El conflicto entre Israel e Irán sigue escalando con fuerza. Este domingo, el ministro de Salud de Irán, Hossein Kermanpour, confirmó que al menos 224 personas han muerto y más de 1.200 han resultado heridas como consecuencia de los ataques aéreos lanzados por Israel desde el pasado viernes.
A través de un mensaje publicado en la red social X, Kermanpour precisó que 1.481 personas han sido hospitalizadas, incluyendo a los fallecidos, lo que da cuenta del impacto de los bombardeos en zonas densamente pobladas. “Larga vida a los trabajadores de la salud del país que cumplen su servicio sin descanso”, escribió la autoridad sanitaria iraní.
Según medios oficiales, las ofensivas israelíes alcanzaron este domingo la sede del Ministerio de Exteriores, instalaciones del Comando de la Policía en Teherán y varios sectores residenciales de la capital iraní. La agencia estatal IRNA también reportó la explosión de cinco coches bomba en distintos puntos de Teherán.
Por su parte, el ejército israelí anunció durante la madrugada del lunes que estaba atacando instalaciones de misiles tierra-tierra en el centro de Irán. “Estamos actuando contra esta amenaza desde nuestro espacio aéreo y desde el espacio aéreo iraní”, declaró el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, teniente coronel Nadav Shoshani.
Esta nueva escalada militar se enmarca en una ofensiva que comenzó el viernes en la madrugada, y que ha dejado severos daños en infraestructura militar, energética y nuclear iraní, además de la muerte de altos mandos militares y científicos vinculados al programa de enriquecimiento de uranio.
En respuesta, Irán ha lanzado ya ocho oleadas de ataques contra territorio israelí, causando la muerte de al menos 13 personas, según cifras preliminares.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación el deterioro del conflicto, que amenaza con desestabilizar aún más la región y provocar consecuencias a escala global.